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martes, 17 de febrero de 2015

Acciones físicas... No sólo un método!!!



Acciones físicas... No sólo un método!!!



Hacer para decir...

Por supuesto que no voy a explayarme aquí sobre el Método de las Acciones Físicas, pues ni es el lugar, ni tengo el conocimiento suficiente.

Algunos os preguntaréis qué es este método.
Haciendo un tosco resumen, diré que es una técnica teatral que consiste fundamentalmente en entrenar la acción y el gesto comunicativo para que, el texto que se haya de decir, por muy mínimo que sea, alcance un nivel de significación y inteligibilidad suficiente simplemente siendo testigos de las acciones que lo preceden, lo acompañan o lo suceden.

El esquema típico de un entrenamiento en este tipo de trabajo, consiste en dar una sucesión de frases o minitextos sin aparente sentido común, sin aparente conexión y, por supuesto, sin que lleven implícito el tono, intención e incluso, si apuramos, los signos ortográficos para que, desde la neutralidad de ese texto, los actores intenten darle sentido al abordarlo desde el trabajo de las acciones físicas que lo envuelvan.

El pasado domingo, en mi Seminario de Apoyo al Taller de Teatro y Expresión, en su sesión presencial, provoqué a los participantes con las siguientes frases:

Pasa

Lo tienes

No lo has visto

Que

Te lo advertí

Gracias

El trabajo lo propuse por parejas aunque no tiene por qué ser así. Eso sí, la pauta indica muy claramente que el texto debe ser el único que se diga, en ese mismo orden y que la intención, intensidad, entonación, acentuación, carácter interrogativo, aseverativo o negativo, se lo han de implementar las acciones físicas que le asociemos.

En fin, por resumir, de estas seis frases, salió una escena en una comisaría de policía donde habían arrestado a un asesino en serie que una de las policías había dado por imposible.
Salió una escena en la que una mujer le tenía preparada la maleta a su pareja por su infidelidad.
Y salió una escena en la que unos niños jugaban con chupa-chups y uno de ellos acababa comiéndose el que no le tocaba, eso sí, agradeciéndole el ‘obsequio’ al otro.


Contado así, con palabras, no es, por supuesto, lo mismo…

Las acciones físicas lo dijeron todo.

Quien no ha trabajado nunca esta técnica, al principio, cuando recibe las frases que pueden ser estas o cualquiera otras, se sorprende, se asusta, se incomoda y cree que no va a ser capaz…

Cuando después de apenas un cuarto de hora, son conscientes de haber asistido a tres buenas escenas construidas de una aparente nada, por supuesto retocables o mejorables pero ya en sí mismas, suficientemente artísticas y emocionantes, comienzan a darse cuenta de la importancia del gesto y la acción en un mundo en el que parece que lo más importante y, a veces, lo único importante, es la palabra.

Me encanta ver las caras de los participantes noveles cuando al final de la última escena les comentas:
‘Si yo os hubiera pedido tres escenas de cierta temática, con diálogo y cierta trama dramatúrgica, no habríais llegado a nada parecido en menos de dos horas. Y habéis tardado 18 minutos en poner en pie tres escenas creíbles, emocionantes, divertidas… Enhorabuena!!!’

Las caras son de sorpresa, de alegría, de satisfacción, de incredulidad, de cirto orgullo pero y además, sobre todo, de convicción sobre lo que veinte minutos antes parecía una utopía. Darle sentido a un texto sinsentido simplemente concentrándonos en las acciones físicas.


Como dije al principio, no quería escribir un manuscrito sobre ‘Los principios y finales del Método de las Acciones Físicas’ porque, entre otras cosas, va mucho más allá…

Quería hablar de la importancia de la acción, del gesto.


Cuántas veces, en un aula, podemos impartir docencia sin hablar, solo con gestos, o cuántas veces somos conscientes de la actitud e incluso de la aptitud de nuestros alumnos solo con ser observadores de sus acciones.

Cuántas veces en una empresa, en una entrevista, en una negociación, aprendemos a cuidar nuestros gestos. Algunos formales que son convenciones ineludibles, y otros que nos dan o con la que damos información relevante para nuestra comunicación.

Cuántas veces en el ámbito social o artístico, nos remueve más el estómago, nos hace volar más mariposas o sangrar los ojos con más lágrimas, una sucesión de acciones o gestos que la palabrería de un texto inacabable.

Cuántas veces, lo que nos impacta, nos atrae, nos conmueve e incluso nos enamora de una persona es una forma de hacer y no una forma de decir. Es un gesto, y no una palabra. Es todo lo que hace y pausa antes de decir las palabras que deseamos oír y que, en definitiva incluso no necesitamos oír porque ya nos las ha dicho con sus acciones físicas.


Sé que este blog, aunque añada una imagen en cada entrada, se basa en la palabra, en el texto, en lo que digo…

No sé, puede que algún día lo convierta en un blog de acciones…

Y así espero que me veáis sonreír, pensar, sopesar, llorar, preocuparme, alegrarme, deducir, aseverar, sentir…, decir…, sin decir nada…

Solo con mis acciones físicas.

Eso sí, espero que tú, que estás ahí, ahora leyéndome, me respondas con ese gesto tan tuyo que me estará diciendo TODO lo que necesito que me digas… y… Ya!!


Ponedle vosotros las comas donde deseéis ponérselas…

Espero vuestras opiniones…

Y no me canso.

We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

Os espero…

En algún lugar, hacia alguna parte…

Con un simple gesto… SIEMPRE!!!


Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral
Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle. 
fbercebal@naque.es

lunes, 2 de febrero de 2015

No hacer... NADA!!!



No hacer … NADA!!!





¿Quién es capaz de hacer ALGO??

Sólo estudié dos años Latín. Y a pesar de ello me gustó y me ha servido de… Algo? Mucho?...
El caso es que para comenzar hoy me he acordado de una famosa máxima que, si soy sincero, no sé si es aplicable en todo su extremo pero que me gusta utilizar a modo de broma cuando alguien se expresa de manera parecida al título de hoy…
No hacer… NADA!!!
‘Dos negaciones, son una afirmación’… O eso recuerdo como enseñanza del Latín.
Lo que significa, y aquí comienzo el juego que, si NO haces NADA, es que algo haces.

Mucha gente se queja habitualmente de la falta de tiempo
Aquí dejo enlaces a otras entradas del blog que ya hablaban de esto y así no me repito… Aunque el resumen, como siempre digo, es que todos tenemos 24 horas e intentamos elegir, si las circunstancias nos lo permiten (o esta es nuestra excusa), cómo utilizarlas.
http://bit.ly/16jiByM    http://bit.ly/169zVW0

Escuchar música, tumbarse al sol o a la sombra, contemplar paisajes bucólicos o practicar la pareidolia, eso de buscar caras, animales o formas conocidas, no solo en las nubes sino en los frontales de los coches, en los perfiles de las sierras, en los objetos cotidianos…
Todo ello son algunas de las imágenes que asociamos a NO HACER NADA… Y sin embargo, sí que lo estamos haciendo.

Hay dos perfiles de los que hablar hoy. Aquellas personas que son incapaces de ‘estarse quietas’ y, en el momento que sienten que ‘no hacen nada’ han de autoprovocarse, poner su cerebro o su cuerpo en movimiento y buscar nuevas ‘ocupaciones’.
La otra línea es la de aquellas personas que creen que dejarse inundar por las sensaciones, los sentidos, los elementos externos e internos no provocados, es HACER NADA.
Muchas veces, estas dos personas, coinciden.

La simple idea de ‘estar’, de sentir, de escuchar, de dejar al entorno, a la vida que sea quien lleve la iniciativa. La idea de esperar, de recibir, de dejarse llevar, puede resultar en estas personas ‘una pérdida de tiempo’…
Y no hablo de pasarse las horas muertas jugando a un videojuego o enganchado al Whatsapp. Eso es una actitud activa, elegida entre otras muchas y la proporción de tiempo que le dedicas a eso y no se lo dedicas a otras cosas es tu propia elección.
Es decir, ocupar el tiempo no es solo trabajar o realizar funciones vitales como comer, dormir, hablar, relacionarse…
Aunque hay personas que consideran esto también pérdida de tiempo…
Está claro que cada uno tiene una jerarquía de valores que aplica al uso de su tiempo…

Sin embargo yo estaba hablando de NO HACER NADA… Y dejadme que recapitule un poquito sobre la Expresión que, entre otras cosas, a eso dedico este blog.

Cuando hablo de las distintas expresiones, hago un repaso por la taxonomía clásica: Oral, Escrita, Dinámica, Plástica, Corporal y Dramática…
Suelo añadir aquellas que David de Prado ya utilizaba años ha, como la Expresión Lógico Matemática, la Expresión Mecánica…
Y de postre utilizo una terminología que yo mismo acuñé a finales del siglo pasado (así suena con más solera) entre las que sitúo la Expresión del Grupo, la Expresión del Espacio, la No Expresión y la Expresión Mental.

En esta última me quiero fijar que es aquella expresión que se desvía un poco de su propia etimología ya que no es un acto hacia afuera, hacia los demás, sino que es el acto interno de expresarnos mentalmente y que nos entrena la imaginación, el sueño, la fantasía, para poder enriquecer el resto de expresiones.
Si no entrenamos nuestra Expresión Mental, es difícil enriquecer el resto de expresiones.
Lo que ocurre que normalmente solemos entrenar este tipo de expresión de forma inconsciente… Entre otras cosas… Porque pensamos que es NO HACER NADA!!!

Os puedo asegurar que las personas que dedican parte de su tiempo, y he dicho PARTE, a no hacer nada, por de pronto, son más felices y, además, afrontan el quehacer diario con más optimismo, con su capacidad creativa más engrasada y con una sonrisa de esas que hacen palidecer a la propia luna llena.

No quiero que todo esto se considere un alegato para NO HACER NADA SIEMPRE.

Ojalá, simplemente, se lea con el ánimo con el que lo escribo…

Que cada uno tenga tiempo SIEMPRE reservado en su vida para NOHACER NADA, mirar a otros y llenar las pupilas con lo que tengamos delante, sin buscar más; oler el aroma de los almendros en flor y las margaritas; saborear la miga de una barra de pan de pueblo calentita o el guacamole más complejo; escuchar el leve sonido de una sonrisa; o sentir la brisa helada y clara de una mañana de febrero.

Si fuéramos conscientes de que ‘dejar que las cosas no provocadas nos inunden’ es estar creativamente activos, dejaríamos, por un lado, de preocuparnos por NO ESTAR HACIENDO NADA y, por otro, de infravalorar el hecho del uso del tiempo en la contemplación, en la recepción no dirigida, en abrir nuestros poros a un paseo por los cinco sentidos sin sentido aparente.
Añadamos un sexto sentido que nos haga valorar lo que tenemos, lo que nos llega y aquello que no limitamos, dejemos fluir, y no tengamos miedo a NO HACER NADA  de vez en cuando.

Algún día, la solución a algún problema, la sorpresa más maravillosa a otra persona, el disfrute de algo que haga alguien para o con nosotros, nos hará recordar aquel momento en que, a pesar de todo, decidimos en su día…
NO HACER … NADA!!!

Espero vuestras opiniones…

Y no me canso.
Total, como no hago nada…

We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

Os espero…

En algún lugar, hacia alguna parte…

Haciendo NADA…
SIEMPRE!!!



Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral
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fbercebal@naque.es