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sábado, 18 de octubre de 2014

Un abogado no es un actor

Un abogado no es un actor.



Apuntes para guiarme en un taller.

Ni un profesor es un actor.
Ni un político es un actor.
Ni un padre es un actor.
Ni, igualmente, su versión femenina o neutra.

Un actor parte de una convención entre él y el público. Normalmente, esa convención la propone el actor para que el público admita que, aunque sabe que a lo que va a asistir no es real, está de acuerdo con asumirlo como tal.

Si un abogado, un profesor, un político o un padre, partiera de la premisa de que aquello que le plantea a su interlocutor es falso, sería imposible cumplir los objetivos para los que se ha preparado.

Con esta premisa y la afirmación que titula este post abrí una sesión en el Máster en Abogacía de la Universidad de Castilla-La Mancha que se había titulado ‘Oratoria Forense’ y yo me había atrevido a subtitular ‘O cómo dominar nuestras capacidades expresivas como abogados’.

Y es que hay muchas veces que, por el ‘simple’ hecho de realizar acciones, discursos, poses, intervenciones… ante un o unos interlocutores/escuchantes, que no público -al menos en el sentido artístico de la palabra-, tardamos muy poco en adjudicar la etiqueta de actor a cada una de estas personas.

Por supuesto que actúan, en el más amplio y lógico sentido de la palabra: Accionan, hacen cosas, se mueven, hablan, gesticulan e intentan comunicar un mensaje o controlar las reacciones de sus interlocutores o incluso condicionar sus respuestas.
Pero y además… NO SON ACTORES.

No quiero que parezca que estoy tirando piedras a mi propio tejado ya que me he dedicado y me dedico a aplicar técnicas, en gran parte, teatrales, a la formación y desarrollo expresivo de todos estos colectivos y alguno más.

Y es que, precisamente, esta es la razón que me lleva a afirmarlo.
No son actores, pero y además, les convienen, les benefician e incluso necesitan técnicas de expresión y creatividad que hagan de su labor diaria algo más efectivo, agradable, convincente, divertido, importante y, por qué no, fascinante!

Llevo más de la mitad de mi vida pensando, estudiando, practicando, enseñando y compartiendo experiencias en los más diversos ámbitos humanos, profesionales y artísticos de esta vida, y sigo convenciéndome, cada día un ápice más, de que las técnicas que mejoran la capacidad expresiva y creativa de cualquier persona, son buenas, necesarias y gratificantes para desarrollar cualquier función diaria…

¿He dicho función?

¿He dicho que cada uno estamos inmersos en nuestra obra de teatro que es nuestra vida?

No, he dicho que si todos supiéramos escuchar, expresarnos, ser creativos y divergentes, más de lo que somos, posiblemente estaríamos ante otra concepción de nuestra labor diaria, de nuestra profesión, de nuestra educación… de nuestra vida!!!

Eso intento en lo que hago.

En el Seminario de Apoyo al taller de Teatro y Expresión, parece obvio, aunque muchos de los responsables de estos colectivos no lo tengan claro y prefieran un autolucimiento que un crecer en su propia seguridad expresiva y creativa y la de aquellos para los que trabajan.

En Talleres de ámbito profesional como el de Oratoria Forense del Máster en Abogacía, intentando demostrar a los letrados y jueces o a cualquier otro colectivo profesional, que gran parte de su labor depende de su capacidad de escucha, su capacidad de expresión, de conversación, de negociación, de convicción… y para llegar a desarrollar todo eso hay que entrenar nuestra capacidad expresiva y nuestra creatividad, dominando técnicas que muchas veces nacieron en las artes escénicas, y muchas otras fueron las artes escénicas las que las aprovecharon antes o mejor que otras áreas.

En el Curso Las D’s de la Educación que voy a comenzar a impartir el mes que viene para el Centro Regional de Formación del Profesorado, donde lo que buscaremos será, entre todos, con grupos de trabajo, y partiendo de la convicción de que la Educación es mejorable, intentar olvidarnos de la búsqueda directa del conocimiento y generar unas bases expresivas, creativas, divergentes, diferentes y divertidas para que la educación llegue al conocimiento a través de la expresión y la creatividad.

Y aunque ya he hecho mi habitual giro hacia una realidad menos teórica y más vital, hoy necesito dar un segundo giro.

¡Cuántas veces has intentado decir algo y, según lo has oído salir de tus labios ya has empezado a disculparte o a pensar que no era eso lo que querías decir!
¡Cuántas veces te han dicho ‘qué cara has puesto’ y tú mismo no has sido consciente de esa cara y, quizás y sin quizás, hubieras preferido no haber dado ese mensaje con tu gesto!
¡Cuántas veces has sufrido lagunas en tus procesos creativos para lograr ideas para ti, para tu entorno, para los que tienes delante o dependen de ti, y te has sentido incapaz, torpe e incluso inútil ante algo para lo que no has encontrado una salida… y quizás la tenía!!!

¿Y si nos pusiéramos a entrenar y practicar esa forma de decir, esos gestos, esos procesos creativos?

Hay personas que oyen hablar a otros en otros idiomas y se lamentan de no haber aprendido en su día y ahora creen que ya es tarde.
Hay personas que dependen de los demás para desplazarse porque no tienen carnet de conducir, o, simplemente no saben montar en bici o patines y se lamentan de no haber aprendido de niños y ahora creen que ya es tarde.
Hay personas que se asombran de lo que unos niños son capaces de hacer con un ordenador, un móvil o una tableta y se lamentan de no haber nacido en esta época y ahora creen que ya es tarde.

Y… sí, hay personas que creen no ser creativas, no ser capaces de expresarse bien, ni oralmente, ni con su cuerpo y gestos, ni de cualquier otra manera y, a veces sin lamentarse de nada, creen que ahora ya es tarde.

NUNCA ES TARDE!!!
Podemos haber llegado con cinco minutos de retraso.
Podemos jugar con desventaja, al menos al principio de la partida.
Podemos, incluso, darnos cuenta de que esto nos va a costar la mayor cantidad de paciencia jamás aplicada a algo o a alguien.

Pero… y además… Te Aseguro Que Merece La Pena!!!


Cuando uno está convencido de que algo es positivo, desea, con todas sus fuerzas, compartirlo.

Eso seguiré haciendo yo…

Y no me canso.


We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

Os espero…

En algún lugar, hacia alguna parte…

SIEMPRE!!!



Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral
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