Bienvenida · Welcoming

viernes, 31 de mayo de 2013

Gracias!!!

GRACIAS!!!

Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama


No quería que se pasara mi onomástica sin escribir en mi blog... Aunque al final lo publicaré cuando ya sea no hoy... sino mañana.

Y le he estado dando vueltas a cómo comentar en este vuestro post casi semanal, la sensación que se tiene cuando a uno le otorgan un premio por hacer lo que le gusta y cree saber hacer.

La Escuela Municipal de Teatro de Villanueva del Arzobispo, Jaén, que dedica sus horas libres y no libres a esto del teatro, personallizadas en la figura de Diego Jiménez, un dinamizador inagotable, ha decidido este año otorgarme a mí, y en realidad a ÑAQUE, el premio de honor de la Muestra de Teatro por la labor de fomento y formación teatral

Sí, le he dado muchas vueltas y, finalmente, he decidido reproducir íntegramente la carta que, por mor de mi ausencia obligada en la entrega del galardón, les escribí para que fuera leída en mi nombre en el acto de entrega.

Espero que, como al propio Diego Jiménez, os guste y os haga pensar, como pretendo con todo lo que os envío.

Gracias!!!


Da gusto empezar cualquier escrito con esta palabra.


Antes incluso de un hola, un buenos días o un estimado señor, ‘gracias’ es mucho más satisfactorio para comenzar a decir lo que quieres decir.


No todos los días le dan un premio a uno, ni siquiera todos los meses…, ni todas las vidas.


No miento en absoluto si digo no me lo esperaba… Que no nos lo esperábamos en ÑAQUE.


Llevamos más de de media vida, literalmente hablando, dedicados al Teatro, su pedagogía y su puesta en valor en todos los ámbitos, el social, el educativo, el artístico y el empresarial… aunque nunca nos lo planteamos para que nos lo reconocieran públicamente.


Las mejores recompensas suelen venir en forma de sonrisa, de abrazo, de beso, de ¡Gracias!


Pues bien, vuestro reconocimiento nos ha sabido a ¡Gracias!


Nos ha sabido a esa sonrisa que te lanza un joven, un niño, un adulto, cuando consigues que descubra algo que tenía en su interior y nadie le había descubierto hasta ese momento.


Nos ha sabido a ese abrazo que te da una persona que tres días antes ni la conocías pero que tras un trabajo intenso y efímero, como es el del teatro, se da cuenta, a la vez que tú, de cuánto se puede compartir, ceder y tomar, sin pedir nada a cambio, cuando te abres de par en par y descubres lo que llevas dentro.


Nos ha sabido a ese beso que muchas veces puede parecer una despedida pero que, si lo analizamos bien, lo único que trata es de dejar impreso algo nuestro en la piel del otro. Como ese chip de seguimiento que los espías colocan en la ropa o el coche del espiado para no perderlo de vista nunca.


Así nos sentimos ahora con vosotros. Agradecidos, descubiertos, abiertos y totalmente impresionados por vuestra labor.


Si no estamos aquí hoy es, sencillamente, porque seguimos haciendo cosas aquí y allá y aún no se nos concedió el don de la ubicuidad física, aunque sí estamos con vosotros en el ánimo.


Y de ningún modo le damos menos importancia a vuestro premio que a una reunión preparatoria para un nuevo proyecto con centros de secundaria… Pero y además, vosotros, que ya nos habéis besado, abrazado, sonreído y agradecido, sabréis que siempre seguiremos de alguna manera allí donde nos necesitéis.


Para acabar, nada mejor que volver al origen de todo, donde empezó todo esto, donde nos reconocemos mutuamente en un sentido y fundido abrazo-beso-sonrisa.


Para terminar, por ahora, pero nunca para siempre…


Gracias!!!



Y NO ME CANSO!!!

We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

Aquí os espero.



¡Hasta el próximo!

Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral







Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle.

viernes, 24 de mayo de 2013

Para qué... y sus consecuencias



Para qué… y sus consecuencias
Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre ·
Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empres / Devising and Expressive Techniques in Bussiness · Drama / Drama


                                                            Con una bici así... te mirarán.

En el ámbito del drama, la expresión, el juego dramático, el teatro en el aula o incluso en el propio teatro aplicado a otras áreas, a veces nos encontramos con propuestas a las que si ligamos la pregunta ¿para qué?, la respuesta suele estar más cerca de ‘para que se lo pasen bien’, o ‘hay que fomentar lo lúdico’,  que de cualquier otro objetivo.

Obviamente, lo lúdico es un objetivo… que concluye en si mismo.


Jugar es necesario, sobre todo a ciertas edades… vaya, ya se me iba a escapar un ‘porque’…


Sí, incluso los pedagogos más lúdicos añaden siempre un porque, una justificación a el porqué del juego.


En mis talleres, ponencias, charlas o mesas de trabajo, me gusta dar lugar a lo meramente lúdico, pero y además, si ese no es el objetivo de aquello en lo que estoy, intento por todos los medios no quedarme en eso, en lo meramente lúdico. Intento que sea un camino hacia el objetivo real.


Y es que, cuando uno se pone manos a la obra, tiene que tener claro el ‘para qué’ y, si no lo tiene claro, al menos tiene que tener claro que ha de intentar descubrir el para qué.



Este mismo blog, cuando comencé, hace ya más de un año, no acababa de dejarme claro ‘para qué’ lo escribía.


El impulso inicial de ‘tienes que tener un blog en el momento en que estamos porque has de posicionarte como experto’, no acababa de convencerme.


Pero y además, nunca dejé ni he dejado de preguntarme el para qué y vuestras lecturas, comentarios, críticas y alabanzas (sí, alguna hay, je je), me han ayudado a ir perfilando ese ‘para qué’.



Es complicado desarrollar cualquier idea, trabajo, experiencia, si uno no sabe para qué lo está haciendo.


Como una tesis, un trabajo de investigación… ¿Para qué? ¿Para sentirte mejor contigo mismo? ¿Para pasar un trámite administrativo? ¿Para que cuenten contigo en ámbitos académicos? ¿Para aportar algo que realmente estás convencido de que suma elementos nuevos en el ámbito en el que te mueves?



PARA QUÉ…


A veces hacemos, hacemos y hacemos. Proponemos, nos comprometemos con aportaciones, asistencias, encuentros, citas, textos, artículos, horas y horas de nuestra vida… Para qué…


Hoy no quiero hacer un sencillo juego de palabras, o no tan sencillo.


Hoy quiero desnudar el significado pleno y plano del lenguaje.


Para qué, simple y llanamente quiere significar, qué queremos que suceda como consecuencia de lo que vamos a hacer, decir o pensar.


Para qué, cuál es su consecuencia.



No hace mucho coincidió que en sucesivas conversaciones con distintas personas apareció el concepto consecuente y, solo en una de ellas, me quedó claro qué era ser consecuente.


No. No es ser inamovible en una pose o una actitud. Consecuente no es testarudo, cabezota o convencido de algo hasta el infinito.


Consecuente es saber que hay un ‘para qué’ y que mis acciones, mi forma de opinar, mis aportaciones, mis cambios o no cambios en mi ‘discurso’ se basan en conocer o deducir de antemano aquello que intuyo o sé que va a suceder como consecuencia.


Cuando uno planifica, si lo hace, una sesión de entrenamiento, trabajo o juego expresivo, consigue que resulte gratificante para uno mismo y para los participantes, en  tanto en cuanto logra que lo que tenía previsto, suceda.


Es decir, es más satisfactoria la sesión cuanto más consecuente se plantea y desarrolla.


Esto no quiere decir que no se pueda cambiar un hálito de lo que estaba previsto. 
No. Precisamente, ser consecuente implica que si hemos preparado una sesión con unos objetivos y un desarrollo, y cualquier elemento nos distorsiona, varía, interrumpe o sorprende al inicio, desarrollo o final, debemos ser consecuentes y considerar esos elementos, tener ‘cintura’ y adecuar el resto de la sesión en función de las consecuencias que ocasionen los distintos imprevistos.


Eso sí, si la sesión va como la seda y, cuando la conseguimos llevar adelante nos damos cuenta que deberíamos haber cambiado o evitado algo que nos ha hecho tener un pequeño sinsabor al desarrollarlo, no busquemos excusas.


Seamos consecuentes, y apechuguemos con el error. Sólo así aprenderemos a corregir y a focalizar mejor aún nuestros esfuerzos la próxima vez.




Consecuente. ¿No os suena preciosa la palabra? ¿No os resulta un piropo si os la adjudican alguna vez?


Sí, ser considerado consecuente es, creo, un honor.




En la vida, debemos tomar decisiones. Algunas tienen claras consecuencias, otras las ignoras hasta que no aparecen y, en las más, trazas líneas curvas para andar caminos rectos.


Nadie sabe que es mejor.


Muchas veces las curvas las trazas tú mismo para evitar lo que supones ‘consecuencias indeseadas’ y, a veces aciertas, o te ‘maltratas a ti mismo’ innecesariamente.


Otras es la vida misma la que te tuerce los renglones y te ocasiona consecuencias indeseadas, por mucho que tú hayas intentado evitarlo.




Habrá quien piense que yo pueda tener la respuesta y decir:


‘Traza tus líneas rectas y no curvas porque, en cualquier caso la vida te torcerá algunas, hagas lo que hagas.’


O bien por el contrario:


‘Traza tus líneas curvas antes de que la vida lo haga, así será más difícil que te sorprenda.’




Pues no, no tengo la respuesta.


Sólo reiteraré que me encanta tratar de ser consecuente y que, si mis acciones tienen consecuencias, que se parezcan lo más posible a lo que yo haya tratado de adivinar y prever.




¿Para qué escribo este blog?


Me gustaría que la consecuencia fuera que hubiera más de uno y más de dos que me respondiera para hacerme pensar de otra manera y hacer crecer mis círculos.


Con eso, estaría más que satisfecho.




En otro orden de cosas, escribo este blog porque es la manera de llegar a personas con las que me gustaría departir charlas, veladas, días y vidas enteras, pero que la vida, en su empeño, ya ha trazado líneas curvas para obligarme a esquivarlas sin querer.


Al menos, con este blog, trazo alguna que otra línea recta… de forma consecuente.




Y NO ME CANSO!!!

We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

Aquí os espero.



¡Hasta el próximo!

Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral







Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle.

miércoles, 8 de mayo de 2013

La 'no-expresión'



La ‘no-expresión’
Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre ·
Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empres / Devising and Expressive Techniques in Bussiness · Drama / Drama

Un vano abierto al exterior... una señal de prohibido?... una barrera?... una muralla?


La ‘no-expresión’.


Así me gusta llamar a los momentos en que dejamos reposar nuestras ansias de expresarnos, sobre todo cuando acabamos de aprender algo nuevo.


Los niños no dejan de balbucear cuando aprenden a hacerlo.

No paran de hablar cuando comienzan a hilar frases coherentes.

No cejan en su empeño de lanzar preguntas por muy ilógicas que parezcan, porque acaban de aprender que a una pregunta le suele ‘perseguir’ una respuesta lógica… o no.

Y cuando les enseñan a dibujar o trazar, cualquier pared o superficie es susceptible de convertirse en lienzo.


Cuando ya de jóvenes o adultos aprendemos algo que nos ilusiona o nos satisface, tendemos a mostrar nuestros avances de forma inusualmente expositiva.


Como quien se compra ropa y se la pone antes de salir de la tienda.

Si hemos aprendido algo nuevo, ¿por qué no vamos a aplicarlo cuanto antes?

La cuestión no es si aplicarlo o no, ni siquiera si antes o después, sino considerar que no hay por qué aplicarlo de forma continua e indiscriminada.

No nos quedamos con la ropa puesta dos semanas, ¿no?



Cuando aprendemos a bailar bailes de salón no solemos ir bailando por las calles.

Cuando aprendemos un idioma, no solemos ponernos a hablar en ese nuevo idioma con todo hijo de vecino.



¿Por qué cuando aprendemos expresión, en general, pretendemos mostrar de forma continuada lo que sabemos?

¿Por qué un nuevo orador no para de hablar?

¿Por qué un nuevo pintor no deja de pintar?

¿Por qué un nuevo actor no deja de interpretar?

¿Por qué un nuevo improvisador no deja de improvisar?

¿Por qué un nuevo ‘expresador’ no deja de expresar?



Pareciera a veces que lo de expresar tiene más que ver con lo de exprés, urgencia, que con exteriorizar para comunicar.



¿Qué pasa con el silencio?

¿Qué pasa con el vano?

¿Qué pasa con la quietud?

¿Qué pasa con el blanco?



Reivindico la no-expresión como una expresión más.


Dicen que las grandes obras musicales provocan más sensaciones con sus silencios.

Que las grandes obras de arquitectura, catedrales, atrios, puentes, lo son por sus vanos.

Que la belleza de una danza está en los momentos de perfecto equilibrio y quietud.



Reivindiquemos callar cuando hablemos, parar cuando nos movamos, ausentarnos cuando estemos, dejar de improvisar e interpretar constantemente.



Y entrenémoslo!!!


Aunque haya defendido la no-expresión, no estoy diciendo que siempre sea igualmente efectiva, positiva y sorprendente.


Yo he silenciado este blog durante más tiempo del habitual, y el resultado puede ser que algunos lectores lo recibáis con más interés o puede que para otros, ese interés haya decaído en la espera.


Cada uno tenemos un umbral que determina cuál es el momento crucial en el que la ausencia de algo pasa de incrementar poco a poco su interés, hasta, que alcanzada una cima, uno abandona la espera de algo y renuncia a la nada.


Un puente con la luz de su arco inmensa, puede ‘deslumbrar’ a algunos y a otros les puede resultar ‘vacío’.

Un momento de equilibrio de larga duración en un trabajo corporal puede ‘dejar de piedra’ a algunos y a otros ‘hacer removerse’ en la silla.

Un momento de calma tendida y larga en una interpretación convulsa, puede ‘dejar sin respiración’ a algunos y a otros los puede ‘impacientar’.



Por eso no se pueden poner silencios a la expresión simplemente porque sí.

Hay que pensarlos, estructurarlos y decidirlos.

En definitiva, la no-expresión hay que entrenarla.

No os olvidéis de ella.



Sólo una pincelada personal más, como siempre, para acabar.

Hay personas que nos pasamos la vida sonriendo, o diciendo todos los días te quiero.

Hay personas que nunca lo decimos ni sonreímos.

¿Qué impresiona o expresa más y con más fuerza?

Quien un día, por primera vez, sonríe o dice te quiero…

O quien un día por primera vez, deja de hacerlo o decirlo…

Os dejo pensando.



Yo, por si sirve de algo, seguiré empeñado en provocar la sonrisa y la frase en ti…




Y NO ME CANSO!!!

We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

Aquí os espero.



¡Hasta el próximo!

Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral







Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle.