Bienvenida · Welcoming

lunes, 24 de diciembre de 2012

El sexto sentido


EL SEXTO SENTIDO

Entrenamiento Creativo / Devising Trainingd · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama

 

He esperado a hoy, día 23 de diciembre para escribir y enviar la siguiente entrada de mi blog. (Aunque realmente se publicará el 24, pero dejémoslo en 23, que es primo).
 
Sé que no suelo escribir en domingo, no porque para mí no sean laborales y además porque para mí, escribir mi blog, no es un trabajo, en el sentido tradicional de la palabra de castigo divino.

Claro que también suelo considerar el trabajo como algo que me agrada y con lo que disfruto… en fin, que hoy domingo, os escribo a los que me soléis leer.

El motivo de ser hoy y no otro día era por evitar el resto de fechas tan señaladas desde el pasado viernes hasta el próximo martes. Fin del mundo, lotería, día de la salud, Nochebuena, Navidad…

Tendría que haber rendido tributo a alguno de ellos, y no me apetecía… me apetece contaros lo que pasó el miércoles 19, aunque realmente lo que me apetece contaros es lo que pasó el 24 de marzo o, mejor aún lo que pasó unos días antes.

Y por qué el título diréis. Espero aclararlo antes de llegar al final.

Y qué tiene que ver con el Entrenamiento Creativo. Espero que suceda lo mismo.

 
Realmente el pasado miércoles, mi amiga -creo que ya puedo llamarte amiga-,  Llanos, Directora del Programa de Teatro de Radio Círculo 'Sala de Ensayo', me pidió que colaborara en su programa de ‘Píldoras dramáticas’ consistente en leer textos no necesariamente dramáticos para celebrar las fiestas que se avecinaban.

Accedí, cómo no. Me encanta colaborar en lo que me piden y puedo…

Y automáticamente supe el texto que leería: ‘Hagamos un trato’ de Mario Benedetti.

Hasta aquí todo normal. Incluso que escogiera para acompañarlo las dos últimas páginas de mi último libro ‘Los límites del círculo’, texto que me parece, cuando menos, clarificador.

Sigue siendo casi normal, aunque ya empezó a complicarse cuando le pedí a Llanos que me dejara leer también la versión en inglés que yo mismo había traducido.


Aquí empieza la auténtica historia del sexto sentido.

Ese sentido que nos une con una sensación que no corresponde a ninguno de los otros cinco.

Ese sentido que nos hace estar atentos a detalles que a cualquier otra persona le pasa desapercibido.

Ese sentido que nos hace intuir, ser creativos, improvisar, crear… creer. 


Estaba invitado a la boda de mi ‘hermano inglés’ y me pidió junto a otros amigos que preparara algún escrito para su boda. Días antes alguien me había `presentado’ este poema de Benedetti.

Al ser una boda bilingüe lo traduje al inglés y por ser el invitado de ‘más rango’ lo leí al final, el último, de parte del novio a la novia.

Las lágrimas que ella derramó no eran normales.

¿Por qué?

Coincidencia, casualidad, causalidad… o sexto sentido.

Al enjugar su llanto me confesó que desde su juventud, ‘Hagamos un trato’ había sido su poema preferido.

Yo tuve que jurar y perjurar que no sabía nada.

¿Qué me había hecho leer ese poema en ese día precisamente delante de una persona para la que significaba tanto y a la que yo apenas conocía?

Posiblemente que la primera vez que lo leí tuve tales sensaciones que me dije a mí mismo que la boda de mi ‘hermano inglés’ era el mejor sitio para compartirlas.


Sí, nunca sabemos por qué hacemos llorar o reír a un público cuando actuamos. Ni siquiera sabemos por qué esta palabra o frase y no la anterior, hacen a un chico de 15 años hacernos caso por primera vez desde que acude al taller de teatro, y lo convierte en el componente más involucrado desde ese mismo momento.

 
El Drama, la Pedagogía de la Expresión, tiene como principal objetivo el capacitar a las personas para utilizar sus sentidos, los cinco conocidos, de forma creativa y productiva, dotándolas de herramientas expresivas. 

Con ejercicios, juegos y técnicas, logramos que a las personas se les oiga mejor, se les vea mejor, se las sienta mejor con los cinco sentidos, lo que hacen y lo que producen se oye, huele, sabe, roza y se ve mejor.

Y además, hay otras muchas cosas que las personas que ejercitan sus capacidades expresivas desarrollan positivamente.

La capacidad de crear, de improvisar, de dar ese algo que mucha gente recibe sin estar absoluta y certeramente seguros de su origen. 

Sí, el teatro, el drama, la expresión, desarrolla en nosotros las herramientas y capacidades para que el sexto sentido no sea una mera leyenda o forma de hablar. Hay algo que va más allá y que sin duda nos sorprende a diario.

 
Por qué somos capaces de recordarle a nuestro interlocutor imágenes, momentos, sensaciones que no hemos vivido con él.

Por qué somos capaces de transmitirle emociones que sólo pocas personas lo han hecho alguna vez.

Por qué una mirada puede comunicar mucho más que lo que un personaje recitaba en su texto.

Por qué, sin saberlo, sabemos cuándo, cómo y de qué manera debemos decir algo a alguien y cuándo, cómo y de qué manera debemos hacer una pausa.

Por qué una frase tan breve como ‘te quiero’ transmite tanto, tanto, que quien la recibe tiene que acabar rellenándola de millones de sensaciones.


Sí, yo creo en ese sexto sentido y estoy convencido de que practicar teatro, drama, expresión, lo desarrolla, lo agudiza, lo afina y lo orienta para que, según en qué momento, para qué persona y para qué situación, no necesitemos ver, oír, rozar, oler o gustar a esa persona para sentir todo lo que nos hace sentir en cada momento.

A diez centímetros o a más de doscientos kilómetros, el sexto sentido nos hace saber cómo está y lo que siente. Y ese mismo sexto sentido nos facilita la oportunidad de hacer saber a quien espera noticias nuestras que esté tranquilo.


¿Nunca habéis notado a distancia la felicidad de alguien cercano, querido?

¿Nunca habéis oído lo de que si ocurriera algo malo te enterarías enseguida?

¿Nunca habéis sonreído sin motivo aparente como si ‘algo’ os acariciara?

¿Nunca os ha recorrido la felicidad y os ha venido la imagen de alguien… feliz?

 
Seguid practicando.

Seguid desarrollando vuestros sentidos incluido el sexto.

Quién sabe si, algún día, en un futuro no muy lejano, será el mayor medio de comunicación conocido y ya no necesitaremos internet para dedicaros este blog.
 

Gracias por sentirme, incluso antes de leerme.

 
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

 
Aquí os espero

 
¡Hasta el próximo!



Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



Puedes compartir los contenidos de este post con todas las personas a las que creas que pueda interesarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario