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sábado, 29 de diciembre de 2012

San Silvestre no es una meta...


SAN SILVESTRE NO ES UNA META… ES NO DEJAR DE CORRER!!!

Entrenamiento Creativo / Devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama


Allá a finales del mes de marzo, alguien me pasó un programa de entrenamiento para el móvil y un objetivo: La carrera popular de Liberty Seguros del 20 de mayo. Un 10.000.

Ahí empezó mi nueva carrera. ¡Gracias!... a la persona que me pasó el programa y a la que me envió el enlace para inscribirme.
 

Siempre he hecho deportes… menos de riesgo, he practicado casi de todo.

Bien es cierto que mis últimos 20 años habían sido más de deporte mental que físico, por lo que mi mente, y también mi físico lo había notado no para bien.

¿Tienes tiempo para dedicárselo en vez de a otras cosas?

¿Con quién quedas para hacer deporte de equipo, o de pareja o grupo?

¿Necesitas instalaciones, luz de día o artificial?
 

Un deporte que había practicado en mi juventud era el atletismo. Sin muchas cualidades, conociendo mis capacidades y mis límites, salté longitud, corría vallas y practicaba medio fondo y fondo.

Mi exiguo físico lo suplía con técnica para pasar las vallas, saltar el listón, o medir la carrera al límite.
 

El fondo era una manera de mantenerme en forma para el baloncesto, y un deporte para personas digamos que… solitarias. Sí, ‘La soledad del corredor de fondo’ es quizás uno de los mejores títulos conocidos de algo que la mayoría desconoce en su profundidad.
 

En fin, incluso en la Universidad, en campeonatos de cros, no hacía mal papel.

Hasta ahora. Algo de esquí, padel, golf, patines, un poco más de basket y, finalmente… de nuevo al fondo. 

No necesitas quedar para correr con nadie. Puedes salir a correr a horas intempestivas, las 6 de la mañana o las 11 de la noche, sin molestar a nadie ni siquiera al ritmo de tu trabajo y nadie me puede negar que es… aburridísimo!!!!!!
 

Sí, aparentemente, y sin aparentemente, correr es aburridísimo.
 

Aquí no tengo más remedio que hacer referencia a Marciano Durán y a uno de los vídeos de Youtube que más me ha emocionado en los últimos tiempos.

Quien no haya corrido una carrera popular o no conozca a nadie que lo haga, dirá que estoy loco, pero animo a ver el vídeo y que cada cual saque sus consecuencias. Esos locos que corren ¡Gracias!... a la persona que me pasó el enlace…


 
Sí, correr es aburridísimo… y además…

 
Además puede resultar ser una forma de ordenar tus horarios, tus ritmos, tus días y tus vidas.

Además ejercita casi todos los músculos y machaca casi todas las articulaciones.

Además te enseña a plantearte objetivos. No esos inalcanzables que a todos nos gustaría alcanzar, sino esos objetivos accesibles porque conocemos nuestros límites.

Además, es el mejor entrenamiento para una de las mejores virtudes que el ser humano puede desarrollar para todo, para su trabajo, para sus metas, para sus penalidades, para sus amores, para sus vidas, para sus enfermedades, para sus éxitos, para sus sueños.


Esa virtud es la PACIENCIA. ¡Gracias!... a quien me recordó esta palabra hace unos meses.

 
No puede uno plantearse el ponerse a correr y, de la noche a la mañana, hacer un 10.000 en menos de 40 mn. los chicos o menos de 45 las chicas. 

Poco a poco, cada carrera, bajas unos segundos, con suerte, si el recorrido te es favorable, algún minuto. Tienes PACIENCIA.

Para entrenar buscas lugares que tengan referencias de distancias o tiempos, aunque como sueles correr siempre por los mismos lugares, tienes que armarte de PACIENCIA para no aburrirte y abandonar. 

A veces hay sobrecargas musculares. Alguna lesión, alguna operación... Las ganas de mejorar te hacen sobreentrenar o esforzarte más de lo que el cuerpo admite como mejora. Por eso hay que tener PACIENCIA en las mejoras.

Con suerte, a los que nos sobra algo de peso, lo vemos bajar, lo que no quita que al cabo del tiempo el desarrollo de musculatura que desconocías tener o habías olvidado, te hace incrementar de nuevo la báscula. PACIENCIA.


De finales de marzo a finales de diciembre. Nueve meses, sí. Titulaba esta entrada como ‘San Silvestre no es una meta…’ Y bien podría parecerlo tras 9 meses en los que he participado en media docena de carreras populares por calles y avenidas de Madrid, en los que he corrido o caminado cientos de kilómetros, en los que me he divertido, aburrido y vuelto a divertir muchas veces y en los que me he dicho a mí mismo que lo que tenía que tener, sobre todo, era PACIENCIA.
 

Para mí, correr un domingo es un logro.

Un mes o más de espera, PACIENTE, para recorrer 10.000 metros rodeado de miles de personas que por supuesto corren más y mejor que yo… o no. 

El ritual de ir a por el dorsal, recoger la camiseta (que nunca se ajusta a tu talla), y estar media hora antes para estirar bien y evitar lesiones.
 

PACIENCIA.

 
Al final, corres durante alrededor de una hora, y cada paso que das y te acerca a la meta te amplía la sonrisa y te exprime los pulmones. Te afirma en tu locura y te persevera en tu PACIENCIA.

Y en esa rampa que puede más que tus piernas, algún ‘desconoamigo’ te anima a no parar, a respirar más hondo y a llegar a la cima porque ya queda poco. ¡Gracias!... a él o ella también.

Y cuando tus fuerzas parecen agotarse, un segundo ‘compaxtraño’ te dice que le sigas, que te lleva a su ritmo. ¡Gracias!... a él o ella también.
 

PACIENCIA.

 
¿Todo esto para qué?

Os lo diré. Basta con mirar a alguien que ha acabado 8 minutos antes que tú, cuando cruzas la meta, que te aplaude, te sonríe y te dice… ‘MUY BIEN’, o girarte 8 minutos después de haber cruzado la meta y haberte rehidratado y estirado para decirle a alguien más ‘MUY BIEN’. ¡Gracias, muchas gracias, muchísimas gracias!... a esa sonrisa. A veces no está pero te la imaginas y con eso basta.

Agradecer al que te aplaude y aplaudir a quien te agradece... ¡Cómo cambiaría el arte si todos tuviéramos este espíritu deportivo!
 
Y enormes colas para recoger el dorsal, y enormes colas para colocarte en la salida y enormes colas en la meta para devolver el chip y enormes colas en el metro para volver a tu destino.
 

PACIENCIA.
 

El teatro, la expresión, nos enseña, no sin mucho entrenamiento, que todo es efímero y que no podemos aferrarnos a algo por muy bonito que sea si no somos capaces de repetirlo o volverlo a vivir tantas veces como sea necesario de formas infinitesimalmente distintas.

Correr, me ha recordado que el teatro, la expresión, también necesitan entrenar esta PACIENCIA y no pensar que por realizar uno o dos ejercicios ya sabemos hablar mejor, expresarnos mejor, ser mejores.

Crecer, crear, creer en el teatro es una carrera de fondo.

Es muy importante saber cuál es nuestra meta, nuestro objetivo…

Antes de fin de año, antes de fin de 2013, o antes de los 60 o los 90.

Y además, más importante aún si cabe es ser conscientes de que, para lograrlo, necesitamos PACIENCIA.


Os aseguro que en los últimos 9 meses he tenido un muy buen entrenamiento de PACIENCIA y que puedo afirmar sin temor a equivocarme que nunca será bastante el entrenamiento.
 

En un ámbito donde las sensaciones, los sentimientos, hasta el sexto sentido están tan a flor de piel y donde la materia prima eres tú, te prometo que utilizaré mi PACIENCIA para lograr, cada día, mi objetivo, nuestro objetivo…

Y el objetivo es constante, no cesa. Según crecemos en nuestro círculo, crecen nuestros objetivos y nuestros límites. 

Ese objetivo, para algunos, será correr la San Silvestre 2012. Yo este año no la correré, seré PACIENTE y espero correr la edición 2013.

Y además, aunque la corriera, sé que no sería mi meta, sino un NO DEJAR DE CORRER, porque siempre tendré un objetivo más allá que será mío si lo busco solo, pero que será contigo si me convidas.


Y ahora sí que puedo decir una de las frases que me ha acompañado desde marzo en muchos escritos, incluso en el final de mi libro y de la que mucha gente quizás desconocía su origen y solo unas pocas o menos aún lo conoce en profundidad.

 
Sí, mis fieles lectores, ahora puedo decir…

 
Y NO ME CANSO!!!

 
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!
 

Aquí os espero

 
¡Hasta el próximo!






Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



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lunes, 24 de diciembre de 2012

El sexto sentido


EL SEXTO SENTIDO

Entrenamiento Creativo / Devising Trainingd · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y el Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama

 

He esperado a hoy, día 23 de diciembre para escribir y enviar la siguiente entrada de mi blog. (Aunque realmente se publicará el 24, pero dejémoslo en 23, que es primo).
 
Sé que no suelo escribir en domingo, no porque para mí no sean laborales y además porque para mí, escribir mi blog, no es un trabajo, en el sentido tradicional de la palabra de castigo divino.

Claro que también suelo considerar el trabajo como algo que me agrada y con lo que disfruto… en fin, que hoy domingo, os escribo a los que me soléis leer.

El motivo de ser hoy y no otro día era por evitar el resto de fechas tan señaladas desde el pasado viernes hasta el próximo martes. Fin del mundo, lotería, día de la salud, Nochebuena, Navidad…

Tendría que haber rendido tributo a alguno de ellos, y no me apetecía… me apetece contaros lo que pasó el miércoles 19, aunque realmente lo que me apetece contaros es lo que pasó el 24 de marzo o, mejor aún lo que pasó unos días antes.

Y por qué el título diréis. Espero aclararlo antes de llegar al final.

Y qué tiene que ver con el Entrenamiento Creativo. Espero que suceda lo mismo.

 
Realmente el pasado miércoles, mi amiga -creo que ya puedo llamarte amiga-,  Llanos, Directora del Programa de Teatro de Radio Círculo 'Sala de Ensayo', me pidió que colaborara en su programa de ‘Píldoras dramáticas’ consistente en leer textos no necesariamente dramáticos para celebrar las fiestas que se avecinaban.

Accedí, cómo no. Me encanta colaborar en lo que me piden y puedo…

Y automáticamente supe el texto que leería: ‘Hagamos un trato’ de Mario Benedetti.

Hasta aquí todo normal. Incluso que escogiera para acompañarlo las dos últimas páginas de mi último libro ‘Los límites del círculo’, texto que me parece, cuando menos, clarificador.

Sigue siendo casi normal, aunque ya empezó a complicarse cuando le pedí a Llanos que me dejara leer también la versión en inglés que yo mismo había traducido.


Aquí empieza la auténtica historia del sexto sentido.

Ese sentido que nos une con una sensación que no corresponde a ninguno de los otros cinco.

Ese sentido que nos hace estar atentos a detalles que a cualquier otra persona le pasa desapercibido.

Ese sentido que nos hace intuir, ser creativos, improvisar, crear… creer. 


Estaba invitado a la boda de mi ‘hermano inglés’ y me pidió junto a otros amigos que preparara algún escrito para su boda. Días antes alguien me había `presentado’ este poema de Benedetti.

Al ser una boda bilingüe lo traduje al inglés y por ser el invitado de ‘más rango’ lo leí al final, el último, de parte del novio a la novia.

Las lágrimas que ella derramó no eran normales.

¿Por qué?

Coincidencia, casualidad, causalidad… o sexto sentido.

Al enjugar su llanto me confesó que desde su juventud, ‘Hagamos un trato’ había sido su poema preferido.

Yo tuve que jurar y perjurar que no sabía nada.

¿Qué me había hecho leer ese poema en ese día precisamente delante de una persona para la que significaba tanto y a la que yo apenas conocía?

Posiblemente que la primera vez que lo leí tuve tales sensaciones que me dije a mí mismo que la boda de mi ‘hermano inglés’ era el mejor sitio para compartirlas.


Sí, nunca sabemos por qué hacemos llorar o reír a un público cuando actuamos. Ni siquiera sabemos por qué esta palabra o frase y no la anterior, hacen a un chico de 15 años hacernos caso por primera vez desde que acude al taller de teatro, y lo convierte en el componente más involucrado desde ese mismo momento.

 
El Drama, la Pedagogía de la Expresión, tiene como principal objetivo el capacitar a las personas para utilizar sus sentidos, los cinco conocidos, de forma creativa y productiva, dotándolas de herramientas expresivas. 

Con ejercicios, juegos y técnicas, logramos que a las personas se les oiga mejor, se les vea mejor, se las sienta mejor con los cinco sentidos, lo que hacen y lo que producen se oye, huele, sabe, roza y se ve mejor.

Y además, hay otras muchas cosas que las personas que ejercitan sus capacidades expresivas desarrollan positivamente.

La capacidad de crear, de improvisar, de dar ese algo que mucha gente recibe sin estar absoluta y certeramente seguros de su origen. 

Sí, el teatro, el drama, la expresión, desarrolla en nosotros las herramientas y capacidades para que el sexto sentido no sea una mera leyenda o forma de hablar. Hay algo que va más allá y que sin duda nos sorprende a diario.

 
Por qué somos capaces de recordarle a nuestro interlocutor imágenes, momentos, sensaciones que no hemos vivido con él.

Por qué somos capaces de transmitirle emociones que sólo pocas personas lo han hecho alguna vez.

Por qué una mirada puede comunicar mucho más que lo que un personaje recitaba en su texto.

Por qué, sin saberlo, sabemos cuándo, cómo y de qué manera debemos decir algo a alguien y cuándo, cómo y de qué manera debemos hacer una pausa.

Por qué una frase tan breve como ‘te quiero’ transmite tanto, tanto, que quien la recibe tiene que acabar rellenándola de millones de sensaciones.


Sí, yo creo en ese sexto sentido y estoy convencido de que practicar teatro, drama, expresión, lo desarrolla, lo agudiza, lo afina y lo orienta para que, según en qué momento, para qué persona y para qué situación, no necesitemos ver, oír, rozar, oler o gustar a esa persona para sentir todo lo que nos hace sentir en cada momento.

A diez centímetros o a más de doscientos kilómetros, el sexto sentido nos hace saber cómo está y lo que siente. Y ese mismo sexto sentido nos facilita la oportunidad de hacer saber a quien espera noticias nuestras que esté tranquilo.


¿Nunca habéis notado a distancia la felicidad de alguien cercano, querido?

¿Nunca habéis oído lo de que si ocurriera algo malo te enterarías enseguida?

¿Nunca habéis sonreído sin motivo aparente como si ‘algo’ os acariciara?

¿Nunca os ha recorrido la felicidad y os ha venido la imagen de alguien… feliz?

 
Seguid practicando.

Seguid desarrollando vuestros sentidos incluido el sexto.

Quién sabe si, algún día, en un futuro no muy lejano, será el mayor medio de comunicación conocido y ya no necesitaremos internet para dedicaros este blog.
 

Gracias por sentirme, incluso antes de leerme.

 
We are searching our utopia in a continuous present continuous!!!!!

 
Aquí os espero

 
¡Hasta el próximo!



Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral



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sábado, 15 de diciembre de 2012

'Algo personal para los demás · No algo para los demás que deja de ser personal.'

'Algo personal para los demás · No algo para los demás que deja de ser personal.'


Entrenamiento Creativo / devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y del Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama

No deja de ser curioso que un blog, que pretende comunicar contenido, haya tenido su auge en cuanto a comentarios directos o indirectos, en relación a su forma, a su estética...

Fue cambiar el diseño y formato del blog y acudieron 'al comentario' más de un habitual lector. Unos a agradecer el cambio. Otros a pedirme que volviera a mis orígenes.

En paralelo, en los cursos que imparto a través del INCYDE en las Cámaras de Comercio, he visto muchas propuestas de webs y blogs de personas, colectivos y empresas, de todos los colores y formatos, sin evitar ninguna combinación posible.

Bien. De todos los comentarios pros y contras que surgieron, me quedo con el que da título a este post. 'No hagas algo para los demás que deja de ser personal. Haz algo personal para los demás.'

Gracias. Siempre estás ahí para leerme, corregirme, aplaudirme y criticarme. Y además en esta ocasión, como en muchas otras, has sabido decirme lo que yo no sé comunicar o para lo que no encuentro la forma y el camino.

Efectivamente, un blog es una forma de decirle a los demás algo muy tuyo. En mi caso, me encantaría que una mínima parte de lo que digo le sirviera a una mínima parte de mis lectores para una mínima parte de sus vidas.

Sin embargo, dejaría de ser yo si hiciera lo que mis lectores me piden que haga y no lo que yo siento que quiero o debo hacer.

¡Claro que estáis todos invitados a entrar, leer, comentar, criticar e intentar hacerme cambiar mis ideas!

No en vano, me paso la vida diciendo, y es cierto, que cuando uno trata de enseñar, lo que en el fondo está intentando es aprender provocando a sus alumnos para que le muestren caminos diversos que uno no es capaz de encontrar solo.

También es cierto que, en ese caminar, uno no puede dejar su personalidad a un lado y dejarse llevar por el bamboleo de las opiniones ajenas. SI fuera así, en los últimos 7 días tendría que haber cambiado 10 veces de diseño y posiblemente de vida.

Afortunadamente, no soy un ser impertérrito que no me dejo influir. Muy al contrario, soy una especie de de esponja, sin bob o con él, que trata de descubrir constantemente matices, manteniendo las antenas atentas de continuo.

No estamos hablando de que 'uno va teniendo una edad en la que...' Ya no necesito crecer más o que aquella edad en la que dudaba de todo ha pasado...

No. Desde que recuerdo mis primeros pasos en la Pedagogía de la Expresión, siempre he tenido convicciones irrenunciables y también principios abiertos al cambio.

No es la edad. Quizás al haber ampliado tanto mi círculo gracias a las personas que me he ido cruzando en mi vida, podría llegar a creer que tiene poco que ampliar.

Sin embargo, quizás al ser más amplio el círculo, hay más perímetro por el que crecer y al que estar más atento.

Eso va a ser. Hay personas que me han hecho crecer tanto que alrededor mío se abre un mundo inmenso para seguir creciendo.

Entre esas personas estás tú que no tienes ningún reparo en decirme: 'Te has equivocado o te han hecho equivocarte.'

Y lo mejor de todo es que te miro a los ojos se me corta la respiración y se me para el corazón por un nanosegundo y, tras una respiración profunda, sonrío casi saliéndome del rostro y no tengo más remedio que darte la razón.

Sí. Lo que pretendo con mi blgo es aportar 'Algo personal para los demás. No algo para los demás que deja de ser personal.'

Quedaría cerrado de forma preciosa este post con la repetición del título que acabo de incluir...

Sí, ya lo sabéis, me gusta cuestionar o plantear algo antes de despedirme.

En Pedagogía de la Expresión sabéis que insisto mucho que hay que tener las antenas atentas constantemente. Por tanto, no hay que despreciar nada de lo que nos llega. Aunque tampoco hay que tomarlo como cierto.

¡Vale! Hay cosas que son ciertas porque sabemos que lo son. Si tú me dices lo que tú y yo sabemos, tenemos certezas absolutas que nada ni nadie en este mundo nos podrá poner en duda.

Hay otras cuestioens que nos contamos, nos decimos o nos mostramos, por el solo hecho de compartirlas y que el otro las toma si en ese momento las quiere hacer suyas aunque, en general, es más que suficiente con saberse escuchado, comprendido y con que la persona de enfrente sonría o llore con nosotros.

Finalmente hay locuras.

Propuestas que los dos, tanto tú como yo, sabemos no imposibles, porque nada hay imposible, pero muy improbables.

Locuras que surgen de la espontaneidad, de la improvisación, de sensaciones inesperadas y también, por qué no, de reflexiones muy profundas y mesuradas.

Locuras que parecen desconectadas con el espacio-tiempo, con la realidad, con las posibilidades o con lo que el resto del mundo que nos rodea nos permite.

Y además, locuras que, miradas sin ser filtradas o condicionadas, son, sencillamente, maravillosas.

Pensad en esto.

Pensad en locuras.

No dejéis de proponeros y de proponer a otros locuras.

Si partís de que son imposibles, como suele suceder, nunca las acabaréis proponiendo y nunca sabréis si realmente son imposibles.

Si partís de lo maravilloso de las locuras, estad seguros de que, algún día, esa locura que os cruzó la mente, el corazón, la sinrazón un cierto día de otoño, cuando las hojas aún seguían cayendo dando la sensación de desnudez a los árboles, es muy posible que, ese algún día, ese radiante sol frío al comienzo de la primavera, haga brotar lo suficiente la locura para que os inunde, con felicidad infinita, la realidad.

No hagáis locuras, proponedlas, y confiad en que alguna, alguna vez, se hará realidad.


We are searching our utopia in a continuous present continuous.


Aquí os espero... O esperadme allí, que no tardaré en volver...

¡Hasta el próximo!


Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral
http://www.momentodc.es/

viernes, 7 de diciembre de 2012

¿Se aprende más haciéndolo fácil?

¿Se aprende más haciéndolo fácil?

Entrenamiento Creativo / devising Training · Teatro de Creación / Devising Theatre · Pedagogía de la Expresión / Expression Pedagogy · Gestión de Grupos y de Equipos / Group and Team Management · Gestión del Tiempo y del Espacio / Time and Space Management · Expresión y Teatro en ámbito educativo / Expression and Theatre in Education · Técnicas Creativas y Expresivas en ámbito de empresa / Devising and Expressive Technics in Bussiness · Drama / Drama

Por cuarta vez en poco tiempo alguien me ha pedido que cambie la configuración del blog.

'Que cuesta leer el blanco sobre negro.'

Ante esta 'avalancha' de solicitudes cabían varias opciones.

La primera, seguir sin hacer caso y mantenerme en mis trece.

La segunda, cambiar 'a petición popular' sin más.

La tercera, no cambiar justificando por qué lo hacía.

La cuarta, cambiar explicando por qué lo hacía.

La quinta... la quinta es la opción que he elegido. Y sé que hay N+1, pero me quedaré en la quinta.

Mi opción va a consistir en justificar el diseño que mantenía hasta ahora, justifcar también el nuevo diseño, justificar cualquier diseño posible y, sobre todo, cuestionarme y cuestionar, por qué hay que facilitar la lectura de un blog.

Sí. Esa es la clave. Es obvio que la justificación del diseño anterior era estética y formal. Ese blanco sobre negro le daba al blog un aspecto más serio, algo zen, profundo y proclive a la introspección y a la reflexión. Y sobre todo, me gustaba!!! Diseño estético.

Es aparentemente obvio que si he cambiado el diseño ha sido por las reiteradas opiniones de que cuesta leer y a veces nos dejamos los ojos en la lectura. Y que si lo que deseo es que me lean el blog tendré que facilitar y hacer más atrayente y cómoda esa lectura. Diseño técnico.

Y claro, una vez que uno se mete a retocar el diseño, aprende las herramientas y métodos, se anima, y no os extrañe que cambie el diseño muy de vez en cuando que es, creo, la quinta opción.

La solución final del cambio parece obvia: Se trata de facilitar la lectura para que me lean más. O dicho de otra manera, facilitar el aprendizaje para que se aprenda más... ¿y mejor?

La primera vez que contesté a una petición de cambio de diseño en mi blog quizás fui gracioso o impertinente: 'Sé que hay que esforzarse para leerlo. Y es que prefiero que la gente que me lea tenga realmente interés en hacerlo y por tanto, no considere como un esfuerzo el hacerlo'.

Hace un par de días conversaba de la necesidad del esfuerzo y del perfil del auténtico emprendedor, del auténtico estudiante, del auténtico enseñante... de la persona auténtica, que no necesitaba de motivación externa o especial para darse cuenta que ha de estar en continua predisposición al aprendizaje.

Los cursos de formación que se llenan si se dan créditos a los estudiantes y si no, no, o si se certifican para no sé qué trienios o sexenios, pero si no es así, de repente dejan de ser interesantes para un número importante de aparentes interesados.

Los cursos de formación para emprendedores o trabajadores en paro que, si les pagan la formación o les regalan el i-pad en el proceso, a lo mejor se apuntan pero si no, no.

Los alumnos que atienden a una explicación por la famosa frase previa anunciativa, que no enunciativa, de 'esto entrará en el examen' y si no, no.

En resumen, el interés que reflejamos por las cosas y en especial por todo aquello de lo que aprendemos o que nos hace crecer, muchas veces se ve frustrado en cuanto tenemos constancia de que no hay premio ulterior.


Y ahora viene la segunda parte, supongamos que sí hay premio o que tenemos el perfil de aquellos que, aunque no lo haya, nos interesa la formación... Confiamos en que, al menos, ya que hago el esfuerzo por formarme, que me lo pongan fácil.

Que sea en un horario que no me incomode, que no sean demasiadas horas seguidas, que haya descansos suficientemente largos, que utilicen metodologías 'facilitadoras' y que no me hagan pensar mucho...

Supongo que más de un lector verá reflejado 'a otro'. Difícilmente a uno mismo.


Los que nos dedicamos a enseñar o a animar a aprender que creo que es más exacto, hay veces que claudicamos y decidimos premiar o facilitar el aprendizaje pues pensamos que, al menos, 'que les llegue aunque no cuaje'.

Hoy he claudicado... en parte. Hoy he decidido cambiar el diseño de mi blog con la idea, no sé si errónea o no, de que facilito su lectura y, con la idea también errónea o no, de que lo que escribo, lo entiendo como interesante, no tanto como imprescindible, pero positivo para aquél que lo lea.

No entra para examen, no regala i-pads, no sirve para los trienios ni sexenios, ni siquiera asegura una vida más feliz, pero me genera lo que para mí es imprescindible en cualquier proceso de enseñanza - aprendizaje. Cuestiones.

En estos días estoy paseando el mapa de España, encontrándome con personas asombrosas que quieren dedicar su esfuerzo, su tiempo y a veces su dinero y el de otros, a levantar o mantener de pie ideas generadas en al ámbito de la empresa cultural y creativa. Y lo que más he repetido es que, para aprender, para sonsacar lo que un experto les puede entregar, hay que saber cuestionar y cuestionarse. Y para aprender a cuestionar y cuestionarse lo único que hay que hacer son preguntas.

¿Se aprende más haciéndolo fácil?

Si regreso tan solo una semana atrás y leo mi propio blog, el post titulado El + y el - de la creatividad, me doy cuenta que no siempre, y muchas veces todo lo contrario, el facilitar las cosas genera mejores resultados de aprendizaje. En general, constreñir y dificultar las opciones nos hace entrenar y ejercitar el músculo de la creatividad y del esfuerzo.

Poner el texto en blanco sobre negro obliga a concentrarse más y mejor en la lectura. No duele la cabeza porque se vea peor, duele porque hacemos el esfuerzo de no saltarnos una línea, una coma... lo leemos todo, a veces dos veces, para estar seguros de que lo estamos comprendiendo todo correctamente. De hecho, si acabamos con un cierto redolor, es porque, sencillamente, hemos leído más tiempo concentrados. No tiene nada que ver con el color.

¿Por qué si estoy convencido de ello cambio entonces el diseño?

La segunda cuestión que he intentado introducir en estos encuentros es la necesidad de una auténtica escucha activa. Para negociar un contrato, para encontrar un solución a un conflicto, o para saber si uno está llegando a comunicar, hay que ejercitar la escucha activa. Hacerle ver a nuestro interlocutor que lo estamos escuchando, y hacerle notar, en cuanto tengamos el turno de palabra, hacerle ver que no solo le hemos escuchado sino que le hemos comprendido.

¿Hago bien en cambiar el formato?

No lo sé.
Pero otro tema tratado estos días, que son las características creativas, me obliga a tener en cuenta 4 aspectos. Arriesgar, entrenar, crecer y divertirme.
Arriesgué en su día con el diseño. Ahora arriesgo a tener más o menos lectores que antes.
Cada día entreno a escuchar a quien me escucha, y debo estar perceptivo al máximo.
Crecer no significa hacer cada día una cosa distinta, sino colocar tus aprendizajes y experiencias y estructurarlos de tal forma que puedas recuperar ideas de antaño para apuntalar las nuevas y viceversa. He recuperado el negro sobre blanco... en el texto principal.
Y divertirme, en el extricto sentido de la palabra que es 'desviarme'. Sí, me desvié de la norma antes y me desvío de mi propio camino marcado ahora.

Aún me queda otra cuestión.
Las personas que sé que me aprecian, las personas que me han mostrado su afecto, que me siguen o a las que les encantaría compartir conmigo un espcio tiempo, como yo con ellas... ¿sentirán que me he traicionado? ¿creerán que no soy el mismo? ¿pensarán que me he ido y ya no volveré?

Para esta pregunta sí que tengo respuesta. NO.
Estoy completamente seguro de que aquellos que realmente te aprecian y aprecian lo que haces, ven mucho más allá del color con el que escribes, de las geometrías que manejas, de tu forma de vestir, de tus gustos en artes y cultura, de tus tendencias.

Las personas que realmente te aprecian y querrían pasar espacio tiempo contigo... TE SIENTEN, y ahí juega el sentido que está más allá de los cinco conocidos.

Pero... y además, esto es contenido de otro blog o, por qué no, de una conversación contigo... sí contigo... esa persona que me sonríe de forma inimitable y que me espera a que, algún día, vuelva... a contar ese chiste..., a tomar esa cerveza..., a escribir mis palabras..., a leer sus palabras..., a un espaco tiempo común..., a escribir blanco sobre negro..., a casa...


We are searching our utopia in a continuous present continuous.


Aquí os espero... O esperadme allí, que no tardaré en volver...

¡Hasta el próximo!


Fernando Bercebal · momento Devising Consultor · Pedagogo Teatral
http://www.momentodc.es/